13 feb 2010

Educación + carnavales

Pues sí, he vuelto sano y salvo de mi viaje a Madrid (aunque las turbulencias en el vuelo de vuelta me hicieran creer lo contrario por un largo momento) y aquí les traigo un par de anécdotas que me apetecía compartir y que hacen que me preocupe un poquito más por mi creciente misantropía.

Hará un par de semanas estaba cenando en un restaurante con mis padres, y mientras esperábamos a que llegara la comida, escuché una conversación de una mesa ajena. No soy yo una de esas personas ávidas de escuchar las historias de los demás, pero es que escuché una frase que me llamó la atención, así que estuve un poco cotilla, que le vamos a hacer. El caso es que escuché a una mujer decir "el otro día estuve viendo la serie de telecinco, la de las niñas embarazadas, y estaba super bien. Super super bien". Me costo mucho aguantar la carcajada y no decirle a la mujer, ya será para menos y recomendarle un par de series buenas, pero me contuve. La serie a la que se refería la señora, para aquellos que no lo sepan, es "El pacto", una serie basada (o eso dicen) en un caso real, en la que un grupo de niñas de 16 años se quedan embarazadas a la vez. La serie en cuestión constaba de 2 capítulos, y en su momento levantó algo de polémica (como le gusta a telecinco) por la temática que trataba. Pero la conversación no quedó ahí, porque si no, no estaría escribiendo esto, total que a la señora le gustase esa serie tampoco es nada del otro mundo. Ella siguió hablando con su amiga, contándole de que trataba la serie y algunas de sus virtudes, cuando soltó la perlita: "me puse a ver la serie con mi hija para que aprendiera que no hay que dejarse llevar por lo que digan los demás". Acabáramos, entonces vale, quién mejor que la televisión para enseñarle valores a los niños. ¿Usted? No, déjelo a los profesionales, que precisamente la televisión está pensada para eso. Y después se echarán las manos a la cabeza porque la juventud sale como sale (esto suena a frase dicha por un anciano, lo sé, pero es la pura verdad). Despúes las mujeres se marcharon llevándose a sus maridos borrachos (estuvieron amenizando la velada con sus cánticos durante un buen rato) para acostar a sus hijos, que en ese momento estarían viendo algo muy educativo en la televisión.

Y ahora pasamos a otro tema, los carnavales. Ya han llegado, con sus festejos en la calle, galas que nunca son iguales a las de otros años, mucha música y más alcohol. Porque a todos nos encantan los carnavales, ¿verdad? Pues va a ser que no, servidor se ha cansado de aglomeraciones, apretujones, peleas por todos lados, botellas volando, música pachanguera, borrachos y demás. Que sí, que lo de los difraces está muy bien y me parece muy divertido, pero todo lo que lo acompaña no lo es tanto. Todavía hay quién se extraña de que no salga a la cabalgata ni a los mogollones, pero les voy a contar una cosa: ayer estuve en una tienda de disfraces y me tuve que salir porque no aguantaba más a los personajillos (o como solémos llamarles por aquí coyos o machangos) que buscaban su disfraz para la ocasión. Pues eso, que hoy me quedo en casa tranquilito con mis series, mi música y demás, que se está muy agusto. Un saludo y hasta la próxima.

9 comentarios:

  1. Buenas, buenas, buenas, ... Antes que nada, sé que lo haces por no darnos por el culo (de manera no literal) pero no te perdono que no hayas mencionado que tal estuvo el concierto, imperdonable ehh!!!

    Respecto al Post en sí, ya llevo tiempo diciéndolo, cuando gobierne el mundo, que por cierto quedan 2 años, 10 meses y, según el calendario maya, 10 días, habría que implantar exámenes para determinar la paternidad... no se puede tolerar el río de "involucionados" que nos está desbordando en la actualidad.

    Y por último, que gran día aquel que te presenté la palabra misantropáa, habre las puertas a un mundo de paz, serenidad y bienestar

    Ánimo! Si sirve de consuelo, yo tambiéne stoy en casa, y eso que mañana es mi cumple y debería celebrarlo (Y sí, lo haré viendo House y alguna peli) un saludo!!

    ResponderEliminar
  2. Omar, Marcos, no están sólos. Los carnavales nunca han sido lo mío, ya lo saben, así que yo estoy en casita también. Precisamente ahora mismo está pasando cerca de mi casa la cabalgata, y yo aquí tan tranquilo. De todos modos, yo ya he tenido aglomeraciones de sobra... hoy mismo, cuando venía en la guagua del trabajo, parececía que yo era el raro, porque estaba todo el mundo disfrazado menos yo xD. Y el sábado pasado... bueno, si quieren saber las machangadas de las que fui testigo, ¡lean mi blog, que es muy largo de contar!.

    ResponderEliminar
  3. Menos mal que existe gente como vosotros, dioses del mundo que estais moralmente por encima del resto y veis al resto como basura, que podeis decirle a la gente que series son buenas o malas, que podeis llamar a la gente "involucionado", que el carnaval os parece tan banal que no podeis ni imaginaros disfrazados como cualquier hijo de vecino. En fin, disfrutad de vuestra corta vida entre onanismo y esas fantasticas y lujuriosas series americanas que tanto os llenan intelectualmente. No quiero ofender en ningún momento, es que me irritaba la vista y quería comentar.

    ResponderEliminar
  4. Pues lamento no sentirme partícipe del escozor en tus ojos...

    Para empezar he de haberte zaherido pues aquí ni endiosamiento, ni nada por el estilo. No identificar los comentarios irónicos o con sátira, en cambio, sí debería de ser motivo de preocupación, no por ello dejo de validar tu opinión, supongo que es, además, la de un defensor a ultranza del carnaval y sus circunstancias.

    Aunque algo si pienso mantener y recalcar, porque realmente en ello sí creo. Involucionados, sí, y así es, doy fe de ello, desde la experiencia que me aportan los sentidos hasta el conocimiento de haber sido víctima de ese paso atrás.

    Opina lo que desees, pero a mí nadie me va a quitar que cualquier convención social cuyo objetivo, más que divertirse con los amigos sea, sólo y lamentablemente, emborracharse, denigrar al resto, perturbar a la mayor cantidad de gente posible y a poder ser, “mojar el churro” con alguna desconocida, carece de cualquier sentido lógico.

    Podrá opinar cualquiera, que así lo desee, que mi "endiosamiento" frustra la buena intención de mis sentidos y perturba la apreciación y la información que extrapolo de ellos... Quizás sea eso, un error de apreciación, supongo que el mismo que me acomete y me achaca en la comparativa que hago mentalmente entre las fiestas del buen señor Don Carnal y las romerías de cualquier barrio, porque sí, sin dudas, el deseo del populacho, muestra del culmen de esta civilización, socialmente tan avanzada y capaces de convivir cívicamente, es rendir tributo a las tradiciones... Y si la longitud del comentario empieza a hacer mella, me explico; la gente se "disfraza" con el mismo sentimiento y buena bonanza para ambos eventos, máxima de esos días: "cojámonos la mayor tranca posible", no me resulta a priori la muestra de lo que identifico como una sociedad estructurada y organizada. De echo, analizando y comparando las sociedades paleolíticas y los grupos animales estructurados en su símil de sociedades… podríamos encontrar inquietantes parecidos… ¡¡Alabada la antropología!!

    Y ya para finalizar, vuelvo al inicio, porque lamentablemente es mi moral la que me acucia, me ataca y me exige, como mínimo, que me sienta perturbado y aquejado de dolores ante el bochorno y el espectáculo de mis congéneres, y de ahí a suponer que quizás ya no estemos en una misma especie, hay un paso (Sí, mi perturbada mente, lacrada por los largos y fatigosos días de estudio y entretenimiento con series, lectura y búsqueda de información variada, ha derivado en una plausible locura prepotente y narcisista). Además, ni seremos la primera especie que sufra una división tal entre sus filas, ni seremos la última, dejar de vernos como los animales que somos, y peor aún, ceder terreno al animal, sin que muchos sean conscientes de ello… es sin duda, la seña más clara y específica de estas circunstancias que nos atañen.

    Así pues, que sigan los mares de gente paseando por las calles en su ensoñación de sociedad utópica y no abocada al fracaso más estrepitoso.

    Una última reseña: Hablar desde la experiencia es lo que nos permite quizás alejarnos a las esferas desde las cuales percibes que hablamos, nada más allá, haber estado, como todos, en esos eventos y, en algún momento, empezar a mirarlos con otros ojos, a analizarlos y empezar a trastornarnos es la realidad de nuestras palabras. Con total sinceridad y además ahora con humildad y sin ironía. Hemos ido, visto, y por eso, dentro de lo que hemos juzgado menos insano para nuestras circunstancias, optamos por dejarlos pasar. Ahora tiendo la bandera blanca y… Carpe diem, pero cada uno a su manera.

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  6. Todo lo que has dicho me parece muy superficial, creo que el objetivo del Carnaval no es otro que el de salir a divertirse con la libertad de no tener que ser uno mismo e interpretar cualquier cosa que se nos ocurra y nos apetezca.

    Desde mi punto de vista creo que es normal que para algunas personas el concepto no quede claro y no vean mas allá de una excusa más para emborracharse e intentar ligar, nunca dudaré de la simpleza del ser humano, y mucho menos en su juventud, pero la realidad es que mucha gente lo vemos como una fiesta para el pueblo, gratis y divertida.

    Lamento que gente como usted o sus compañeros solo vean la parte mala de la fiesta, pero eso se puede hacer con todo, y simplificar cosas como el arte, la literatura o el cine. Seguramente hayan sido malas experiencias o quizás no haber tomado buenas decisiones en lo referente a la fiesta, como lo de ir en guagua, mala idea, en guagua solo van los que se han gastado el dinero en alcohol hasta solo quedarse con el "Euro para la vuelta".

    Por ultimo decir, que no soy un defensor a ultranza del carnaval, no soy ni de lejos su mayor fan, pero es que vuelvo a decir, me irritó la simpleza y el poco rigor con el que se criticaba el tema.

    Lo importante es estar con tus amigos de verdad, da igual que forma de ocio te guste, pero es que disfrazarse me parece único a lo largo del año, es una pena dejarlo pasar por los 4 payasos de siempre, ¿no creéis?. Paz y amor.

    ResponderEliminar
  7. Veamos, en ningún momento yo dije que no me gustasen los carnavales, es más, si lees con atención encontrarás la siguiente frase "que sí, que lo de los disfrazes está muy bien y me parece muy divertido, pero todo lo que lo acompaña no lo es tanto" Por tanto ahí está el quid de la cuestión. Como a todos me gusta disfrazarme, currarme algo original y divertirme con mis amigos , pero últimamente parece que eso no se puede hacer. Probablemente tengas razón en lo de las malas experiencias la cabalgata y el mogollón del año pasado no fueron los mejores que he vivido (3 peleas en media hora no son un buen balance) y ayuda el hecho de que muchos de mis amigos se hayan marchado a los carnavales de tenerife.

    En cualquier caso, me alegro que se hayan calmado un poco los ánimos.

    ResponderEliminar
  8. Cómo mola la polémica. :P

    Yo en esto estoy del todo con ErSucher.

    ResponderEliminar
  9. Primero que nada, buenas tardes, segundo y sin más preámbulos, recalcar un matiz que parece haberse disuelto en el fragor de la contienda de opiniones, y radica aquí la palabra clave del asunto.

    Tanto nuestro querido Smokey, yo y posteriormente Dani (El “burro” delante por orden cronológico, que conste) sólo expresamos una opinión, basada fundamentalmente en experiencia y en hechos, es decir corroborada por vivencias. Voy a explicarme por si las nubes tormentosas de la complejidad del asunto (Ja, ja, ja) no permiten que se siga por donde estoy tirando. Tachar de superficial nuestra opinión va directamente en contra de la forma en la que se labraron nuestras opiniones, de echo, tacharía de superficialidad la esencia de esta discusión; porque perdona si te digo, la superficialidad yo la mido en base a lo poco razonado o lógico de aquello que observo, y a raíz de ahí estimo según mi parecer, y no opinar simplemente, sino pasar a cuestionar las opiniones de otros, me parece exactamente eso.

    Por otra parte te he de felicitar. Sí, sí, no estoy de broma, te felicito, has tenido la fortuna de disfrutar de los carnavales, yo tras 8 años yendo de carnavales y de ver las circunstancias ya enumeradas y las que no lo están, dirimí, en base a una serie de razonamientos, que los carnavales eran una fiesta que no merecía prestarle atención.

    Lamento, por otra parte que sea, presumiblemente, la única oportunidad de disfrazarse masivamente que encontramos, pero me resultaría más divertido hacerlo de otra manera fiesta de amigos y de disfraces. Porque los carnavales ya no son eso.

    En fin ahora hablaré de formas. Las mías no son nunca las correctas, pues soy muy brusco, así que si alguien se ofende, por un lado lo siento y por otro perdón. Pero…, hablo claro, no me gustan las frases dobles…
    Respecto a la falta de rigor, tacho de absurdo e ilógico, nuevamente, el comentario. Has tenido la suerte de no coincidir en nuestras circunstancias, así que no se puede hablar de falta de rigor. En el caso de referirte a la maternidad dudosa de la madre del post inicial, algo sabremos de la vida como para opinar como opinamos, no es cuestionable ni acusable, sólo opinable y en ningún caso, digno de reprochar. Así pues, recalco, y por última vez, que una opinión es tan sólo eso, si no gusta se da el propio punto de vista y se comenta, pero que se recrimine o enjuicie… Cero.

    Fin, la paz y el amor son utopías muy dignas de las mayores falacias.

    ResponderEliminar