Hoy empezaba un nuevo día para Tom, pero no uno de esos marcados simplemente por la salida del sol. Esos son una chorrada, no tienen nada de especial. Hoy era el día en que todo iba a cambiar, en que su vida tomaba un nuevo rumbo y no volvería a mirar atrás. Hoy no sólo pasaba página, sino que se había comprado una libreta nueva repleta de hojas en blanco que rellenar. No temía llenar esa libreta a mano, con tachones y borrones aquí y allá... pero no quería ninguna relación con la etapa anterior de su vida. Se había acabado eso de llevar el cencerro, ir siguiendo el rastro continuamente y sólo quedarse con los restos.
Sí, ya se lo que pensáis, que todos hemos pensado eso, pero al final nunca lo haces. Pero este no es el caso, Tom iba en serio, de verdad.
Pero entonces apareció ella, con sus ojos brillantes y su sonrisa taimada practicada durante tantos años. Pero no venía sola, traía una mochila llena de alagos, caricias, risas cristalinas y te quieros... y todo se fue a la mierda. Los planes, días soleados y libretas en blanco tirados a la basura por un rato en la cama, hasta que apareciera su próximo capricho...
P.D. Al final la tormenta de ideas ha dado resultado antes de lo que esperaba. Desde aquí agradezco al señor Portman haber puesto el germen de esta historia, pero os animo a seguir proponiendo ideas, que espero que salga algo más. Un saludo
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