Volando voy

Hoy toca hablar sobre el jugador de fútbol que más se quiere a si mismo y que más charcos de babas genera en todo el mundo: Cristiano Ronaldo. No voy a negar su calidad como jugador, básicamente porque no entiendo demasiado de fútbol, pero si tengo claro que el niño (es lo que es, no tiene sino 23 años) se lo tiene bastante creído; buena prueba de ello son sus declaraciones antes de recibir el Balón de Oro autoproclamándose el mejor y merecedor de dicho premio. ¿Humildad? No, a esa no me la han presentado.

El caso es que el muchacho tuvo en el mes de Enero un accidente con uno de sus muchos coches en los que ha invertido el pastizal que gana dando patadas al balón y haciendo anuncios (¿de dónde sacará más? eterna pregunta). En este caso fue con un Ferrari 599 GTB, que quedó en el siguiente estado.

Un diseño innovador

Cristiano no sufrió ningún percance (chicas del mundo, un Uff! al unísono por favor. Bien, continuamos).Tras hacerle las pertinentes pruebas se vio que no conducía bajo los efectos del alcohol, así que la causa más probable del accidente fuera que conducía a gran velocidad (Bravo, un gran ejemplo muchacho). El caso es que cuando le entregaron el Balón de Oro le preguntaron que como se encontraba tras el accidente y dijo que muy bien, incluso mejor que antes. Espera espera... ¿Mejor que antes? ¿En serio Cristiano? ¿No te duele ni siquiera un poquito el cuello o al menos te sientes mal por haber destrozado un cochazo como ese? A no, que tu te puedes comprar tres como ese si quieres. Pues nada, todos a estamparnos con el coche que seguramente nos sentiremos mejor que antes, consejo de Cristiano Ronaldo.